Una almohada es mucho más que un complemento para dormir. Es, literalmente, el soporte de tu descanso. Pasamos tantas horas con la cabeza sobre ella que elegir la correcta no debería ser una decisión rápida.
¿Has pensado en cuántas veces te has levantado con el cuello rígido y cogido o te duele la espalda al final del día? Puede que el problema no esté en cómo duermes, sino en lo que usas para apoyar la cabeza. Vamos a repasar los tipos de almohadas más comunes y, sobre todo, qué tienes que tener en cuenta para dar con la ideal para ti, ya que no hay una fórmula mágica que aplique a todos sino más bien una fórmula que te ayude a elegir la indicada.
¿Qué almohada es mejor para dormir?
El mundo de las almohadas es tan amplio que a veces puede parecer que todas hacen lo mismo. Pero no es así. Desde las clásicas de plumas hasta las más técnicas como las viscoelásticas, cada tipo tiene su función y está pensada para diferentes estilos de descanso.
Si duermes de lado, por ejemplo, lo ideal es que uses una almohada firme y de grosor medio. ¿Por qué? Porque necesitas que tu cuello y columna estén alineados, y una almohada demasiado blanda o fina no hará este trabajo.
Si tu posición favorita es boca arriba, busca algo intermedio: ni muy alto ni muy plano. Este equilibrio ayudará a evitar tensiones en la nuca.
Y si eres de los que duermen boca abajo, necesitas una almohada suave y baja. En esta postura, lo último que quieres es una almohada que fuerce tu cuello hacia atrás.
¿Hay una mejor que otra? Dependerá de tu postura y de lo que tu cuerpo te pida. Aquí no hay recetas mágicas, solo escuchar lo que te hace sentir cómodo.
Aspectos a considerar en la elección de la almohada
Elegir una almohada no es cuestión de coger la primera que encuentres. Hay varios factores que necesitas considerar antes de dar el paso. Y sí, todos cuentan. Vamos a entrar en detalle.
Materiales
El material es uno de los puntos más importantes. No solo afecta a la comodidad, sino también a la durabilidad y al mantenimiento de la almohada. Estas son las opciones más comunes:
- Plumas o plumón: si te gusta una almohada suave, ligera y moldeable, esta es tu opción. Eso sí, requieren más cuidado al limpiarlas.
- Viscoelástica: famosas por adaptarse a la forma de tu cabeza y cuello. Perfectas si buscas soporte cervical y una sensación envolvente.
- Látex: ideales para quienes prefieren materiales naturales y frescos. Además, son muy duraderas.
- Fibra sintética: una opción económica y práctica, sobre todo para personas con alergias.
Medidas
Elegir la medida adecuada no solo depende del tamaño de tu colchón, sino también de cuánto te muevas al dormir.
- Estándar: perfecta para camas individuales o si buscas algo más compacto.
- Queen: un poco más anchas, ideales para camas dobles.
- King: amplias y espaciosas, ideales si necesitas más libertad de movimiento.
Formas
Aunque solemos pensar en almohadas rectangulares, la realidad es que hay formas pensadas para necesidades específicas:
- Cervicales: diseñadas con una curva que se adapta al cuello. Son ideales si tienes molestias cervicales o buscas alivio en esta zona.
- Ergonómicas: creadas para problemas específicos como apnea del sueño o dolores posturales.
- Clásicas: las de toda la vida, que funcionan bien para la mayoría de posturas.
Otros tipos de almohadas especiales que puedes encontrar
Además de las tradicionales, hay almohadas diseñadas para momentos o necesidades concretas que podrían sorprenderte.
- Almohadas para embarazadas: son largas y flexibles, pensadas para dar soporte al cuerpo completo durante el embarazo.
- Antirronquidos: tienen una ligera inclinación que favorece una postura correcta para respirar mejor.
- De viaje: compactas y prácticas, perfectas para esos trayectos en los que el descanso no debería ser opcional.
Escoger una almohada es mucho más que una compra, es una inversión en tu descanso y en cómo te sientes al despertar. Tómate tu tiempo, evalúa tus necesidades y elige con calma. En Muebele, sabemos que cada persona es única, y por eso te ayudamos a encontrar la almohada que hará que cada noche sea un placer. Porque sí, un buen descanso empieza por elegir bien tu almohada.