Ideas prácticas para vestir una cama de matrimonio
Se dice que la protagonista de una habitación matrimonial es, sin duda, la cama y la presentación de esta.
Una habitación ideal con ropa de cama descuidada pasa de decir todo, a no decir nada. Para tener un cuarto de ensueño, la cama es un elemento que debes prestar atención.
Los detalles son la clave del éxito, saber combinar texturas, formas, colores y la manera en que se presentan en conjunto.
Te contamos algunos puntos que has de tener presentes ante la presentación de una habitación impecable.
Utiliza colores neutros en las sábanas

Los colores expresan mucho, ten claro qué mensaje quieres conseguir y que colores se ajustan a ello.
Por ejemplo, para transmitir paz, calidez, tranquilidad y elegancia al mismo tiempo se recomiendan colores neutros en sábanas como el blanco y, para detalles, gama de beige y marrones. La posibilidad de dar un toque de color es apta, pero siempre que vaya acorde a la gama cromática.
Multitud de paletas cromáticas son combinables para tu ropa de cama. Si no lo tienes claro, apuesta siempre por estampados lisos y blancos, ya habrá tiempo de meter estampados y varios complementos.
Elige el tejido con cuidado

La elección de un buen tejido es clave para decorar tu habitación. Apostar por tejidos de calidad para la ropa de cama hará que el buen aspecto de estas se mantenga en el tiempo.
El algodón es una de las mejores elecciones, es fácil de cuidar y no se deteriora con los lavados, es más, este material mejora. Hace fácil la transpiración y mantiene la temperatura ideal para un buen descanso.
Al igual que tenemos en cuenta el tejido para el descanso, otro punto primordial es la elección de un buen colchón.
Selecciona el juego de almohadas y cojines adecuado

Para las almohadas lo mejor es optar por almohadas individuales, blancas y dos por persona, estas se colocan tradicionalmente tumbadas y apiladas.
Los cojines son los protagonistas de la película, llena tu cama de ellos. Estos aportan sensación de confort y tranquilidad. Colócalos de grandes a pequeños, de atrás hacia delante. Juega ahora con los colores, es el momento.
Colores llamativos, estampados, texturas, flecos y todo lo que quieras arriesgar. Aconsejamos que estos jueguen con el color del cabecero y que se coloquen de manera vertical haciendo hincapié de la geometría entre ellos.
Ojo con el Plaid

El Plaid es la manta que se suele poner a los pies de la cama que termina de vestir por completo el dormitorio. Esta sirve desde punto de luz y armonía a los colores hasta un elemento funcional de abrigo.
Normalmente, se combinan con los colores empleados en los cojines. O de ser estos básicos, se usa el Plaid para dar color y luz.
Este elemento nunca pasa de moda ya que es versátil, moldeable y cálido.
Decora el resto de la habitación en la misma línea
Una vez tenemos lo principal de la habitación, la cama y ropa de ésta, debemos conseguir una armonía total.
El resto de detalles de la habitación deben seguir la línea conseguida con los colores y texturas de los cojines, nórdico, plaid, etc.
Un buen espejo, jarrones de los mismos tonos cromáticos, alfombras, son elementos que pueden compaginarse con la armonía conseguida en la elaboración de la cama.
En conclusión, te aconsejamos usar sábanas blancas de algodón, almohadas individuales, cojines grandes y numerosos concluyendo con otros más pequeños de colores llamativos o estampados y dar el toque final con un plaid acorde a la gama de colores de cojines y cabecero.
El detalle final es un cuidado impecable. Hacer la cama bien y a conciencia, que deje ver los detalles del descanso perfecto.